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Historia en el aula

La Independencia de los EEUU. 1º de Bachillerato

1. El origen de las colonias americanas

Las transformaciones económicas, sociales y políticas que se produjeron en Inglaterra durante el siglo XVI, favorecieron su expansión colonial en el siglo XVII. Además había grupo de hombres dispuestos a emigrar para colonizar nuevos territorios y comenzar una nueva vida.

Por otra parte, la reforma religiosa realizada por Enrique VIII (cisma religioso por la separación de la Iglesia inglesa de la católica) había producido fuertes conflictos entre la corona y algunos sectores de la sociedad, que se oponían a la religión anglicana y que preferían abandonar Inglaterra para practicar libremente su fe; así pues, la emigración a las colonias americanas fue una solución para muchos perseguidos por cuestiones religiosas en los primeros años del siglo XVII. Así mismo, hombres de negocios organizaron compañías colonizadoras para la explotación de diversos minerales y metales preciosos que creían que había. Por ejemplo, las compañías de Londres y la de Plymounth, crearon compañías con objeto de extraer oro en estas tierras.

Inglaterra creó 13 colonias, entre la costa Atlántica y los Apalaches, que se extendían hasta la Florida española. Las Trece Colonias gozaron desde casi el primer momento de una autonomía enorme debido a diversos factores. En primer lugar, las colonias no generaban mucha riqueza, por lo que Londres no tenía un excesivo interés en controlarlas. Su insignificancia en comparación con lo que sería a lo largo del XVII y del XVIII el resto del tejido colonial inglés (Barbados, Jamaica, Honduras...) es evidente. En Norteamérica no se hallaron los recursos minerales que los españoles llevaban explotando siglos en su imperio (Potosí, Zacatecas...). Tampoco las plantaciones y el empleo de esclavos se generalizaron, de modo que la actividad comercial pudiese sustituir la carencia de recursos. Pero tal vez el factor decisivo fuese la preeminencia de la iniciativa privada en la formación colonial sobre la iniciativa de la monarquía. La autonomía real de la que gozaban los colonos se aprecia por ejemplo en la mayor importancia que poseían las asambleas electas de cada una de las colonias frente al gobernador, nombrado por la metrópoli. Incluso su sueldo llegaba a depender de las decisiones de estas

En este ambiente, su población crecía lentamente y faltaban capitales para fomentar el crecimiento, no obstante a mediados del siglo XVIII, van a llevar a cabo una expansión demográfica, que supondrá el establecimiento de 1'5 millones de habitantes, más de cuyo dos tercios era población blanca de origen inglés, y el resto esclavos negros, que trabajaban sobre todo en el sur.

2. Los orígenes de la Guerra de la Independencia
Después de la guerra de Inglaterra contra Francia (Guerra de los siete años 1756-1763), guerra por establecer su supremacía en distintos lugares de la Tierra, la corona inglesa quiso que las colonias ayudasen a pagar la enorme deuda militar de alrededor de 137 millones de libras esterlinas, que aquellas habían ocasionado.

Con este objetivo el parlamento inglés va a llevar a cabo una presión fiscal (establecimiento de todo tipo de impuestos, sobre productos que se importaban desde América) sobre las colonias, que será el desencadenante de la guerra entre éstas y la metrópolis.

Con estas medidas los colonos temieron que aquello podría suponer la pérdida de todas las libertades que habían disfrutado hasta el momento. También podía significar un revés importante para el comercio que los colonos desarrollaban. Así fueron aprobados los Decretos del Azúcar (Sugar Act, 1764) y del Timbre, o impuesto sobre todo papel legal (Stamp Act, 1765). El revuelo que levantó, sobre todo el segundo, obligó a dar marcha atrás. Daniel Dulany, un oligarca sureño, empleó a este respecto uno de los argumentos que más tarde enarbolarían como bandera contra medidas similares los colonos norteamericanos: el Parlamento inglés no podía legislar sobre las colonias puesto que no había representación de éstas en él. En 1766 fue derogado. Pero al mismo tiempo se intensificó la recaudación de impuestos de los productos de primera necesidad que las colonias necesitaban importar (papel, vidrio, pintura y té); además, se ensayaba un cambio estructural de gran calado, independizar el sueldo de los gobernadores coloniales, que ya hemos dicho dependía de la buena fe de las asambleas. Para ello se estipuló que éste dependiese de las multas impuestas por violar esos impuestos. Parece que la medida también estimulaba el celo de los funcionarios reales frente el contrabando, el negocio estrella de los colonos norteamericanos, uno de los quebraderos de cabeza del ministro. Pero por si fuera poco se promulgó el Decreto de Albergar Soldados, que obligaba a los colonos a dar posada, alimentación y bebida a los soldados británicos a cambio de su protección contra las incursiones indígenas, normalmente muy alejadas de las bases de estos contingentes.

Ante el enorme clima de conflictividad que se respiraba en la colonias, sobre todo tras el altercado de Boston que se saldó con numerosos muertos, lo ingleses decidieron derogar los decretos.

Sin embargo, en 1773 el Parlamento británico aprueba la Ley del Té, que se concretaba en la obligación de los colonos de comprar el té a la Compañía de las Indias Orientales, y no a los barcos holandeses que lo introducían de contrabando y que era más barato.

Para hacer frente a estas medidas, los americanos arrojaron al mar todas las cajas de té que llevaban tres barcos anclados en Boston. Éste fue el llamado"motín del té en Boston", y señala el primer acto de abierta rebeldía contra el Gobierno inglés.

La reacción del Parlamento a los sucesos de Boston fue rápida y severa; fue cerrado el puerto de Boston y se impusieron nuevas sanciones. La indignación que se suscitó entre las colonias condujo a la celebración en septiembre de 1774 del primer Congreso Continental. En este Congreso se envió una petición al soberano británico Jorge III para que reparara los agravios, se pidió la intensificación del boicot comercial a Gran Bretaña y se preparó un nuevo congreso en el caso de que los británicos rehusaran aceptar las demandas de las colonias.

El rey Jorge III rechazó la petición del Congreso y consideró el movimiento de protesta de las colonias como una rebelión. En menos de cuatro meses, el conflicto armado estalló en Massachusetts cuando el gobernador real, general Thomas Gage, envió tropas contra Concord, ciudad en la que los dirigentes de la resistencia habían acumulado armas y municiones. El 19 de abril tropas regulares británicas dispararon contra la formación de una milicia patriótica en Lexington, precipitando la primera batalla de la guerra de la Independencia estadounidense.

 

3.La Independencia de los EEUU

El segundo Congreso Continental, celebrado el 10 de mayo de 1775 en Filadelfia, proclamó la decisión de las colonias de resistir la agresión británica mediante la fuerza, determinó crear un ejército continental, proclamó a George Washington jefe supremo del mismo, autorizó la emisión de papel moneda y asumió otras prerrogativas propias de poder ejecutivo. El Congreso también apeló al gobierno británico para alcanzar una solución pacífica del conflicto, pero Jorge III respondió en agosto con una proclama que exhortaba a sus "leales súbditos" para "reprimir la rebelión y la sedición" en aquellos territorios. Mientras tanto, las tropas coloniales habían infligido importantes bajas a un gran ejército de tropas regulares británicas en Charlestown, Massachusetts. El segundo Congreso Continental declaró la independencia el 4 de julio de 1776 y dos días más tarde adoptó una declaración formal de principios, redactada por Thomas Jefferson, justificando esa acción.
El ejército de Washington carecía de todo, estaba desorganizado, sin armas, sin pólvora, sin ropas y sin provisiones. Solamente pudo adquirir una cosa con rapidez y voluntad: la disciplina. Pero carecía de los conocimientos tácticos de los bien organizados regimientos ingleses. Éstos, en cambio, no luchaban por su tierra y su moral era bastante baja. En 1777 los americanos vencieron a los ingleses en la batalla de Saratoga. Entretanto había llegado un ejército francés, y España había mandado provisiones y armas procedentes de México y las Antillas. En el año 1781 unos 8.000 soldados británicos fueron rodeados en Yorktown (Virginia) por la alianza franco norteamericana bajo las órdenes de Washington. Los británicos pidieron la paz y en el tratado de París de 1783 se reconoció por fin la independencia de los Estados Unidos. Estaban cansados de la lucha y de una guerra que no era popular, pues ambos pueblos eran demasiado afines y no existía odio real que justificara la matanza.


4. La Nueva República Federal
Las 13 colonias
eran ya estados libres y soberanos, pero aún no una nación unida. Desde 1781 habían estado gobernadas por los Artículos de la Confederación, una constitución que establecía un gobierno central muy débil. El pueblo acababa de rebelarse contra un parlamento en la distante Londres, y no quería remplazarlo con una autoridad central tiránica en su propio país. De acuerdo con los Artículos de la Confederación, el Congreso, compuesto por representantes del pueblo, no podía dictar leyes ni elevar impuestos. No había poder judicial federal ni poder ejecutivo permanente. Cada estado en lo individual era casi independiente: podía incluso establecer sus propias barreras fiscales.

En mayo de 1787 se reunió una convención en Philadelphia con instrucciones de revisar los Artículos de la Confederación. Los delegados, entre quienes estaban George Washington, Benjamin Franklin y James Madison, rebasaron su encargo y redactaron una constitución nueva y más viable, la cual estableció un gobierno federal más poderoso y con facultades para cobrar impuestos, conducir la diplomacia, mantener fuerzas armadas, y reglamentar el comercio exterior y entre los estados. Dispuso la creación de una Corte Suprema y tribunales federales menores, y dio el poder ejecutivo a un presidente electo. Lo que es más importante, estableció el principio de un "equilibrio de poder" entre las tres ramas del gobierno: los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Este principio le otorgó a cada rama medios propios para contrarrestar y equilibrar las actividades de las demás, garantizando así que ninguna de ellas pudiera ejercer autoridad dictatorial sobre las operaciones del gobierno.

La constitución fue aceptada en 1788, pero sólo después de muchas amargas discusiones. Muchos colonos temían que un gobiemo central poderoso aplastara las libertades del pueblo, y en 1791 se agregaron a la constitución 10 enmiendas: la Declaración de Derechos. Este documento garantizó la libertad de culto, de prensa, de palabra, el derecho de los ciudadanos a porter armas, la protección contra cateos ilegales, el derecho a un juicio justo por un jurado, y la protección contra "castigos crueles e inusuales". Es la más antigua constitución escrita del mundo, perdurable por tratarse de un documento general que se puede interpretar de conformidad con los cambios de la época. O bien se puede enmendar, como ya se ha hecho en 27 ocasiones.

La Constitución de Estados Unidos de América se promulgó en 1787, en la Convención de Filadelfia, y entró en vigor en 1789.

Inspirada por el ideario liberal, la Constitución establecía que el nuevo país sería una república federal integrada por trece estados. Se consagró el principio de división de poderes formulado por Montesquieu:

  • El poder ejecutivo reside en el presidente, elegido cada cuatro años.
  • El poder legislativo reside en el Congreso, formado por dos cámaras:
    • El Senado, integrado por los representantes de cada estado.
    • La Cámara de Representantes, elegidos en cada estado en función de su población.
  • El poder judicial se encarna en el Tribunal Supremo, responsable además, de arbitrar en los conflictos entre el ejecutivo y el legislativo.

El primer presidente de la nueva nación fue Washington (1789-1797) quien, con su programa de desarrollo industrial, comercial y financiero, puso las bases de la expansión económica estadounidense a lo largo del siglo XIX. 

5. Consecuencias de la independencia de las colonias

1. Desde el punto de vista económico, los Estados Unidos se liberaron de las trabas de carácter mercantilista que les imponía la metrópoli cuando eran colonias y se lanzaron a un proceso de expansión económica y territorial (conquista del Oeste) que los convertirá en una gran potencia.

2. Desde el punto de vista social, la burguesía comenzó a liderar una moderna sociedad de clases mientras otros estados permanecían inmersos en la sociedad estamental.

3. Desde el punto de vista internacional, surgió el primer ejemplo de descolonización. En cuanto al carácter internacional del conflicto hay que distinguir entre dos casos:

. Para Francia la guerra supuso un considerable gasto y la agudización de la crisis del Antiguo Régimen. Seis años después de que concluyera el conflicto americano estallaría su propia Revolución.

. España se anexionó extensas áreas del sur de Norteamérica, pero por otro asistió impotente a la expansión de las ideas revolucionarias en sus territorios ultramarinos. Décadas más tarde perdería la mayor parte de sus colonias.

4. Desde el punto de vista político-ideológico, se llevó a cabo la primera revolución de carácter liberal y se hicieron realidad las ideas ilustradas más avanzadas. Se promulgó la primera constitución escrita de la historia (la de 1787).

La República Federal que articuló el nuevo Estado puso en práctica la división de poderes de Montesquieu:

. El legislativo recayó en el Congreso (dividido en dos cámaras: el Senado y la Cámara de Representantes).

. El judicial fue encarnado por el Tribunal Supremo.

. El ejecutivo lo detentó el Presidente de la República.

1 comentario

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